Darwing Tobar, gerente de categoría para conmutación de campus y centros de datos en Aruba, una empresa de Hewlett Packard Enterprise para América Latina, enfatiza la importancia de abordar de manera proactiva los requisitos futuros de comunicación y conectividad dentro de las organizaciones. Destaca que es crucial comenzar a anticipar estas demandas a partir de hoy en adelante.
A medida que las organizaciones se adentran más en su Transformación Digital para optimizar sus operaciones y hacer que sus interacciones y colaboración sean más eficientes para competir adecuadamente en el complejo entorno empresarial actual, en muchos casos se evidencia una brecha tecnológica que indica que la infraestructura no está preparada para enfrentar los desafíos a corto, mediano y largo plazo.
Esto es sinónimo de que muchas de las expectativas de los usuarios de la infraestructura o de los clientes finales no pueden ser satisfechas: la agilidad, la simplicidad y el servicio son expectativas que se ponen en riesgo debido a estas brechas.
Precisamente en el Edge, Internet de las Cosas (IoT) y la movilidad de la fuerza laboral están impulsando un aumento exponencial en el número de dispositivos que se conectan a las redes corporativas. En consecuencia, los datos también están creciendo y diversificándose: se estima que cada día se producen una inmensa cantidad de 2.5 exabytes de datos, incluyendo videos, publicaciones, correos electrónicos, información de sensores y una miríada de otros tipos, provenientes de la enorme cantidad de dispositivos existentes, que circulan entre nubes, centros de datos y el Edge.
Flexibilidad en las redes
Según Gartner, las infraestructuras de TI están evolucionando de aquellas basadas en una ubicación local a una que sea lo suficientemente flexible como para responder lo más rápido posible a los cambios. El objetivo es crear la ‘infraestructura que está en todas partes’: en el centro de datos, en la nube, en el Edge o en alguna combinación de estos.
El problema es que, a medida que migramos a nuevas infraestructuras, gran parte del proceso no se está realizando de la mejor manera. Puede suceder que la informática en el Edge y el almacenamiento aislado se estén conectando a través de arquitecturas de red desconectadas, con modelos operativos que dificultan la gestión centralizada, la orquestación, la seguridad y la visibilidad. No hay duda de que las redes deben ser rediseñadas y reinventadas, y el 2023 será el año en que esto ocurra.
Ahora, el enfoque debería estar en el Edge habilitado para la nube y basado en datos, con la intención de proporcionar una experiencia en la nube para cualquier tipo de entorno, con simplicidad, velocidad y seguridad incorporadas en modelos de consumo flexibles. En Aruba, creemos que las organizaciones deben implementar soluciones que permitan la nueva generación de centros de datos ‘del Edge a la Nube’.
La oferta de Aruba
Construido sobre principios nativos de la nube, el portafolio de switches Aruba CX proporciona a las TI la flexibilidad para implementar un único sistema operativo de switch desde el acceso al Edge hasta el centro de datos. De esta manera, es posible respaldar herramientas de gestión intuitivas, automatización inteligente, análisis, telemetría y seguridad distribuida, que son pilares cruciales para brindar la mejor experiencia a los administradores de TI y, por lo tanto, a los usuarios.
En este 2023, la innovación, el progreso y el pensamiento disruptivo continuarán impulsando la evolución de los modelos heredados y obsoletos de operación e implementación debido a la forma en que se realiza la actividad empresarial en la actualidad, hacia nuevas arquitecturas del Edge a la Nube, donde los centros de datos interconectados impulsarán aplicaciones de próxima generación y ayudarán a optimizar los resultados comerciales.