Fabiana Batistela, directora de marketing en EVOX Global, explica que las personas están cada vez más dedicadas a entender el impacto de sus acciones. Según ella, este nuevo requerimiento ha llevado a una significativa transformación tecnológica.
Entre las muchas transformaciones globales que han tenido lugar en los últimos años, un tema que ciertamente merece atención es el cambio en la forma en que las personas ven el mundo. Hoy en día, los consumidores, profesionales y ciudadanos están mucho más preocupados y dedicados a entender el impacto de nuestras acciones en el planeta. Esta nueva demanda, a su vez, ha provocado una transformación significativa y crucial en las rutinas empresariales, impulsando la agenda Ambiental, Social y de Gobernanza (ESG) como parte esencial de los planes estratégicos corporativos.
Sin embargo, el punto es que el discurso de sostenibilidad ya no es suficiente. Es cada vez más necesario invertir en formas de aplicar y medir iniciativas de sostenibilidad y gobernanza, entre otras, y es precisamente en este punto donde la tecnología está asumiendo un papel vital en las empresas.
Según la Encuesta Global Tech Compass 2023, más del 80% de los consumidores brasileños consideran que la tecnología es crucial para crear productos, servicios y empresas más sostenibles. Sin embargo, el análisis, que tiene como objetivo mapear la percepción de las personas sobre el uso de la tecnología en la lucha contra el cambio climático, indica que casi el 60% de los encuestados en Brasil creen que las empresas hacen menos de lo que pueden para atraer, desarrollar e implementar recursos tecnológicos que los ayuden a alinearse con los objetivos de sostenibilidad ESG.
Es necesario revertir esta percepción por varias razones. La primera es la imagen que las marcas forman con sus audiencias. Otra razón para convertir la agenda ESG en un indicador empresarial es que es cada vez más esencial para atraer inversiones. Por ejemplo, un estudio de EY indicó que la sostenibilidad y los problemas de gestión impulsan al 99% de los inversores en Brasil, especialmente en lo que respecta al cumplimiento de objetivos y problemas relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Para avanzar en este camino, los ejecutivos y líderes deben encontrar formas de poner en práctica las iniciativas ESG y, además, encontrar formas de medir el impacto de sus acciones. En este escenario, las nuevas tecnologías son sin duda un impulsor indispensable, aportando innovación enfocada y capacidad real para medir puntos como la huella de carbono, la promoción social, la privacidad y la protección de datos.
Este proceso requiere que las empresas estén dispuestas a ser ágiles y capaces de absorber y adoptar tendencias, así como a crear herramientas dentro de los principales lenguajes y mecanismos de la era digital. Otra dimensión fundamental es poner a las personas en el centro de las estrategias, observando lo que hace que cada stakeholder viva de manera más fácil, práctica, eficiente o simplemente mejor. En otras palabras, son necesarias soluciones para traducir el discurso en práctica y acciones en resultados certificados y verdaderamente relevantes para el mundo.
En un entorno dinámico, complejo y altamente exigente como el actual, se recomienda encarecidamente a los líderes de TI y de negocios que presten atención a los nuevos desarrollos, implementando o incorporando recursos que no solo optimicen la productividad de sus empresas, sino que también observen la capacidad de estas herramientas para agregar valor y credibilidad a sus marcas.
El enfoque en ESG ya no puede hablar solo. Tenemos que avanzar y evolucionar. También tenemos que entender que cada organización se encuentra en una etapa diferente. Así como sucedió en los primeros días de la Transformación Digital, las empresas se mueven a diferentes ritmos. Mientras uno aprende el concepto y comienza su camino, otro puede estar en un punto más complejo y maduro del camino del tema. Lo que no cambia, sin embargo, es el hecho de que la tecnología puede ayudar.
Una forma, por ejemplo, es acercar a las empresas a las startups, llevando lo nuevo del mercado para complementar o mejorar la actividad. De manera similar, es posible incluir soluciones que ayuden a mostrar dónde y cómo cada operación impacta el mundo y cómo puede empezar a trabajar para un planeta mejor, ya sea maximizando sus impactos positivos o reduciendo el consumo de recursos naturales.
En este proceso, lo que está claro es que el primer paso es el más importante. La evolución no ocurrirá en silos cerrados, en aislamiento. Cuanto más trabajemos de manera colaborativa, simplificando procesos, mejores serán los resultados de las empresas en sus iniciativas de ESG y más lejos llegarán las innovaciones desarrolladas en las empresas. Lo que está en juego es la construcción real de una realidad más sostenible, rentable y eficiente.