El progreso de las telecomunicaciones en las zonas rurales no debe considerarse como una cuestión secundaria, sino como una parte central del desarrollo nacional.
Chile tiene las mejores tarifas de conectividad para servicios de telecomunicaciones en América Latina. Según datos de la Cámara Chilena de Infraestructura Digital (IICAM) el 92% de los hogares tiene conexiones móviles, el 64% tiene conexiones fijas y el 90% de las empresas tiene conectividad digital.
En Chile, hay 25 millones de teléfonos móviles activos con 98% de cobertura geográfica y 96% de acceso a Internet móvil en redes 4G. Sin embargo, más de 2.000 localidades rurales y suburbanas carecen de servicios móviles y fijos. De los 7,6 millones de hogares, sólo 3,6 millones tienen acceso a una conexión fija.
El país aún enfrenta desafíos significativos relacionados con el número de personas, hogares y empresas que carecen de acceso a Internet. Según Rodrigo Ramírez Pino, Presidente del IDICAM, en una reciente presentación a 5G Americas, el 32% de los hogares no tiene acceso fijo a internet.
Además, el 78% de los hogares en el grupo de ingresos más altos tienen acceso a la banda ancha fija, en comparación con solo el 32% en el grupo de ingresos más bajos. Cuando se comparan estas cifras entre las zonas urbanas y rurales, se evidencia una brecha aún mayor: el 54% de los hogares urbanos tienen este tipo de conexión, mientras que solo el 4% tiene acceso a banda ancha fija en las zonas rurales.
Las regiones con menor penetración de internet son Araucanía con 33%, Ñuble con 33,8% y Maule con 37,4%, que son precisamente las regiones chilenas con presencia significativa en el mundo agrícola.
Los municipios sin acceso o acceso parcial a banda ancha fija se encuentran en zonas rurales de Chile.
José Otero, vicepresidente de 5G Americas para América Latina y el Caribe, dijo: «La solución a las brechas de conectividad restantes, especialmente en áreas remotas y rurales, requiere un enfoque multidisciplinario que involucre al sector público en diferentes niveles, incluidos los gobiernos locales, regionales y nacionales, así como el sector privado.
«El compromiso multisectorial es esencial para reducir y eliminar las brechas persistentes en una sociedad donde la importancia de la conectividad en todas las esferas de las actividades humanas ya es evidente.
«En telecomunicaciones, no hay soluciones únicas para el mundo rural. La infraestructura digital está bajo una presión cada vez mayor, y llegará un momento en que los operadores tendrán que definir cómo continuar brindando servicios a los usuarios. En esta ecuación, el mundo rural debe tener prioridad.
«Debemos actuar rápidamente, o de lo contrario más de un tercio de la población chilena que vive en zonas rurales estará fuera de la sociedad digital», dijo Otero.
Entre las alternativas propuestas por IDICAM en este escenario se encuentran incentivos para estimular la inversión, fondos para subsidiar la demanda y la oferta y la creación de ecosistemas regionales con permisionarios comunitarios y cooperativas de servicios.
Se estima que el 83% de la superficie chilena corresponde a municipios rurales y en las principales áreas urbanas, existe un alto nivel de competencia en la prestación de servicios, con cerca de seis operadores operando en el 7% de los municipios. Sin embargo, en el 41% de ellos, solo un operador presta servicios.
